Fenómeno migratorio 2016-2022

Contexto migratorio

Los contextos sociales de la región con altas tasas de conflictividad e inseguridad públicos han obligado al desplazamiento forzoso a causa de desastres naturales, reclutamiento en grupos criminales y el deseo de mejorar la calidad de vida son algunas de las razones para la migración como se explica en Protección Social y Migración: una mirada desde las vulnerabilidades de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2018)².

Según datos de la Agencia de la ONU para los refugiados Américas, desde mediados de octubre de 2018 ha habido cinco caravanas con un total de 16,000 personas: de las cuales 48% eran de Honduras y el 39% de El Salvador³.

Durante el año 2020, la pandemia de COVID-19 ha generado un gran impacto sobre la migración en la región. Las tendencias en la movilidad, retorno de migrantes, aprehensiones en las fronteras de México y los Estados Unidos y las emisiones de visas se han visto impactadas por razón de la pandemia y las restricciones de movimiento como medida de contención sanitaria (OIM, 2020).

A los cambios registrados durante el 2020 se suma el impacto en los desplazamientos causados por la temporada de huracanes históricamente más activa del Atlántico y que afectó gravemente a Guatemala, Honduras y Nicaragua – en particular los huracanes Eta e Iota en noviembre del 2020. 

La pandemia de COVID-19 planteó retos adicionales a las respuestas ante desastres derivados de estos eventos naturales (Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos, 2021).

En 2021, la ACNUR informó que el número de desplazados de México y Centroamérica era, hasta entonces, algo nunca visto. Casi un millón de personas han huido de sus países a causa de la violencia, oportunidades insuficientes y los impactos negativos, en diversas áreas, como resultado de la pandemia.

El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, continuó con las restricciones de asilo relacionadas con la salud pública, las cuales representan el cierre de los puertos de entrada y la expulsión de manera inmediata de los solicitantes de asilo cuyas solicitudes no sean aprobadas; debido a ello, cientos de miles de personas fueron regresadas a México o a sus países de origen. 

Es por lo señalado con anterioridad, que México dejó de ser tan solo un país de tránsito de personas en condición de migración, para convertirse en país de destino con más de 116,000 solicitudes de asilo en 2021, según datos de ACNUR.